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jueves, 5 de abril de 2012

CAMBIOS PSICOLÓGICOS-COGNITIVOS EN LA TERCERA EDAD

LA ATENCIÓN.



Es la energía o la capacidad necesaria para apoyar el procesamiento cognitivo.
Es el proceso básico y fundamental para cualquier otro proceso cognitivo:

Las funciones cognitivas son los procesos por los cuales la información se recibe, se almacena y se utiliza:



La atención se puede subdividir en:

- ATENCIÓN SOSTENIDA.
También llamada de vigilancia, es la atención que utilizamos en una tarea cuando la realizamos a lo largo de  un tiempo determinado. Cuando nos distraemos con más facilidad en las tareas que implican el uso
de esta atención y, por lo tanto, no podemos darnos cuenta con igual facilidad que antes de cuál es nuestro objetivo.
- ATENCIÓN DIVIDIDA.
La utilizamos cuando realizamos dos tareas a la vez.
Cuando las tareas a realizar son simples, como indicar si un objeto está presente o no en alguna representación, no hay cambios en el proceso de envejecimiento con respecto a otras etapas de nuestra vida; sí se presentan dificultades cuando las tareas son complejas.
- ATENCIÓN SELECTIVA.
La empleamos, por ejemplo, cuando debemos seleccionar señales de un conjunto de estímulos. Si la tarea a realizar es irrelevante y sencilla, no experimentamos grandes dificultades al envejecer.


Cuando somos mayores, todo depende de lo motivados o estimulados que estemos hacia la tarea o suceso al que debemos prestar atención. Si es algo que nos interesa, indudablemente le prestaremos toda la atención que seamos capaces.
A medida que envejecemos hay una pérdida atencional en lo referente a:
- Atención sostenida.
- Velocidad perceptiva.
- Flexibilidad atencional.

Y como consecuencia de todo ello, las personas de edad avanzada tardan más en atender, se concentran menos y les cuesta discriminar la información relevante de la innecesaria.




EL LENGUAJE.



En términos generales, las capacidades de las personas mayores decaen un poco y son menos eficaces, pero son sólo cambios muy sutiles y ocurrirán con más probabilidad si la información es nueva, compleja, y si el tiempo disponible para el procesamiento es breve.
En cuanto a la Fonología, que se refiere a la utilización y combinación de los diferentes sonidos del lenguaje, durante el envejecimiento queda preservada.
Cuando representamos un objeto dándole un nombre convencional estamos utilizando el léxico, que fijamos gracias a la capacidad cognitiva del lenguaje.
Salvo la velocidad a la hora de responder, que es más lenta, no existen diferencias cualitativas en dicha capacidad durante el envejecimiento.
La representación semántica de una palabra se refiere al mismo significado de esa palabra. Cuando envejecemos aparecen dificultades en lo referente a aspectos como la evocación de palabras y la fluidez verbal.
En cuanto a la sintaxis (la combinación de palabras para que adquieran un significado), con el envejecimiento no aparecen efectos en función de una mayor edad, las estructuras complicadas lo son tanto para los jóvenes como para los mayores.
Se podría decir, pues, que los cambios que ocurren en el lenguaje durante el proceso de envejecimiento se reducen a la dificultad en la denominación o evocación de palabras y a la disminución de la fluidez verbal, y aspectos como el vocabulario o la expresión verbal mejoran en este proceso por las experiencias
acumuladas.
La preservación del lenguaje nos está dando pautas de que el proceso de envejecimiento es normal, se adecua a lo esperado.









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