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jueves, 5 de abril de 2012

CAMBIOS PSIOLÓGICOS-COGNITIVOS EN LA TERCERA EDAD

PERSONALIDAD.


Los hipotéticos cambios de la personalidad que sufren las personas mayores, en realidad, son estereotipos que asociamos a sus cambios físicos, y que la sociedad mantiene
porque funcionan como telón social.
La mayoría de los estudios realizados en los últimos años demuestran la estabilidad básica de los rasgos de
personalidad a lo largo del tiempo.
Si se producen cambios en nuestra personalidad durante el envejecimiento, es por influencia del deterioro físico y la dependencia real o subjetiva que los cambios en los diversos ámbitos pueden generar en nosotros mismos.
Estos cambios pueden acompañarse con pérdida de la autoestima y de aislamiento, lo cual repercute en nuestra red de apoyo social y en nuestras oportunidades de participación en actividades, y eso puede afectarnos.


NIVEL SOCIAL.


El envejecimiento está condicionado por unos cambios sociales importantes.
Los más llamativos son los cambios de roles; en la mayoría de los casos tendríamos que hablar de pérdida de los mismos, aunque también exista una ganancia en alguno de ellos. Debemos enfrentarnos a procesos de pérdidas habituales y a un mayor aumento de tiempo libre por ocupar.



JUBILACIÓN.


La jubilación implica una pérdida del papel profesional que se dispensaba a la sociedad, además de conllevar un descenso del poder adquisitivo y del contacto social que proporciona el trabajo, y también un aumento del tiempo libre.
A pesar de todo ello, la adaptación a la jubilación es satisfactoria con la adopción de nuevas rutinas y de nuevas actividades.
Una buena adaptación será mucho más favorecedora si se tiene una buena salud, ingresos económicos suficientes y una red social sólida.
Evidentemente, tendrá una adaptación negativa al proceso de la jubilación que ésta venga dada de forma inesperada.

RELACIONES FAMILIARES.


Durante el proceso de envejecimiento se producen cambios en la estructura familiar. Los hijos se hacen
mayores y abandonan la casa de sus padres, produciéndose el fenómeno denominado «nido vacío»,
que en términos generales es aceptado positivamente:hay más tiempo libre, constituye un alivio de responsabilidades y se produce un cambio en la relación, que pasa a ser más «instrumental» y satisfactoria. La viudedad, como es lógico, es más frecuente a edades avanzadas, siendo las mujeres las más afectadas. La reacción ante la pérdida es muy diversa y compleja, tiene una aparición de sintomatología depresiva que tiende a desaparecer en un plazo de uno a dos años.

CAMBIOS PSICOLÓGICOS-COGNITIVOS EN LA TERCERA EDAD

LA ATENCIÓN.



Es la energía o la capacidad necesaria para apoyar el procesamiento cognitivo.
Es el proceso básico y fundamental para cualquier otro proceso cognitivo:

Las funciones cognitivas son los procesos por los cuales la información se recibe, se almacena y se utiliza:



La atención se puede subdividir en:

- ATENCIÓN SOSTENIDA.
También llamada de vigilancia, es la atención que utilizamos en una tarea cuando la realizamos a lo largo de  un tiempo determinado. Cuando nos distraemos con más facilidad en las tareas que implican el uso
de esta atención y, por lo tanto, no podemos darnos cuenta con igual facilidad que antes de cuál es nuestro objetivo.
- ATENCIÓN DIVIDIDA.
La utilizamos cuando realizamos dos tareas a la vez.
Cuando las tareas a realizar son simples, como indicar si un objeto está presente o no en alguna representación, no hay cambios en el proceso de envejecimiento con respecto a otras etapas de nuestra vida; sí se presentan dificultades cuando las tareas son complejas.
- ATENCIÓN SELECTIVA.
La empleamos, por ejemplo, cuando debemos seleccionar señales de un conjunto de estímulos. Si la tarea a realizar es irrelevante y sencilla, no experimentamos grandes dificultades al envejecer.


Cuando somos mayores, todo depende de lo motivados o estimulados que estemos hacia la tarea o suceso al que debemos prestar atención. Si es algo que nos interesa, indudablemente le prestaremos toda la atención que seamos capaces.
A medida que envejecemos hay una pérdida atencional en lo referente a:
- Atención sostenida.
- Velocidad perceptiva.
- Flexibilidad atencional.

Y como consecuencia de todo ello, las personas de edad avanzada tardan más en atender, se concentran menos y les cuesta discriminar la información relevante de la innecesaria.




EL LENGUAJE.



En términos generales, las capacidades de las personas mayores decaen un poco y son menos eficaces, pero son sólo cambios muy sutiles y ocurrirán con más probabilidad si la información es nueva, compleja, y si el tiempo disponible para el procesamiento es breve.
En cuanto a la Fonología, que se refiere a la utilización y combinación de los diferentes sonidos del lenguaje, durante el envejecimiento queda preservada.
Cuando representamos un objeto dándole un nombre convencional estamos utilizando el léxico, que fijamos gracias a la capacidad cognitiva del lenguaje.
Salvo la velocidad a la hora de responder, que es más lenta, no existen diferencias cualitativas en dicha capacidad durante el envejecimiento.
La representación semántica de una palabra se refiere al mismo significado de esa palabra. Cuando envejecemos aparecen dificultades en lo referente a aspectos como la evocación de palabras y la fluidez verbal.
En cuanto a la sintaxis (la combinación de palabras para que adquieran un significado), con el envejecimiento no aparecen efectos en función de una mayor edad, las estructuras complicadas lo son tanto para los jóvenes como para los mayores.
Se podría decir, pues, que los cambios que ocurren en el lenguaje durante el proceso de envejecimiento se reducen a la dificultad en la denominación o evocación de palabras y a la disminución de la fluidez verbal, y aspectos como el vocabulario o la expresión verbal mejoran en este proceso por las experiencias
acumuladas.
La preservación del lenguaje nos está dando pautas de que el proceso de envejecimiento es normal, se adecua a lo esperado.









CAMBIOS PSICOLÓGICOS-COGNITIVOS EN LA TERCERA EDAD


INTELIGENCIA.

A pesar de la gran cantidad de estudios que intentan reflejar los cambios en la inteligencia según las distintas edades y que se dirigen a demostrar que en la vejez la inteligencia se ve afectada, en general se puede decir que:
a. Las habilidades intelectuales, como la comprensión verbal y el razonamiento aritmético, se mantienen en lo referente a la información, el vocabulario, lo autobiográfico, etc. (esto es lo que se denomina inteligencia cristalizada).
b. Se produce una leve disminución en las habilidades para los nuevos aprendizajes, en el razonamiento, lo numérico, simbólico, etc. (esto es la inteligencia fluida: la capacidad perceptual, razonamiento inductivo,
simbolización).
Pero el factor determinante para pensar en la pérdida de la inteligencia, es la velocidad de procesamiento y la distribución de la información, que disminuye con la edad, aunque todo ello está sujeto a las diferencias individuales. Debemos ser optimistas en este respecto, ya que la inteligencia se puede mejorar a través
de entrenamiento, gracias a la plasticidad cognitiva de nuestro cerebro. El promedio de pérdida de habilidades es reducido si se entrenan éstas, e incluso se pueden mejorar o recuperar ciertas habilidades perdidas.



MEMORIA.

Es una de las variables más estudiadas debido a su asociación con las personas mayores, porque es un marcador indicativo de demencia y porque es una queja frecuente.

Tipos de memoria:


MEMORIA SENSORIAL.
Representa la primera fase en el procesamiento de la información que realizamos dependiendo de modalidades sensoriales.

En dicha memoria la información permanece poco tiempo, tan sólo unos segundos, pero si es procesada adecuadamente, la información pasa a la siguiente memoria.
En ella influyen los cambios sensoriales (como los del oído), pero no tiene propiamente cambios importantes que generen limitaciones en nuestro comportamiento cuando envejecemos, aparte de precisar mayor tiempo para extraer la información o fijarla.


MEMORIA RECIENTE O MEMORIA A CORTO PLAZO.
También llamada memoria primaria o memoria inmediata. La información es retenida tan sólo durante algunos minutos, a no ser que sea reactivada por nosotros. A medida que envejecemos experimentamos dificultades para retener listas de dígitos, principalmente en orden inverso. La rapidez con la que damos
una respuesta a una tarea es también mayor, requiriendo más tiempo para procesar la información y dándose, en general, un enlentecimiento en el proceso cognitivo de la información.


MEMORIA REMOTA O MEMORIA A LARGO PLAZO.
Puede almacenarse en ella una cantidad indeterminada de información durante largos periodos de tiempo.
La información la olvidamos en secuencia inversa al orden en que se aprende (ley de Ribot), por eso, cuando somos mayores tenemos más dificultades para recordar hechos recientes, pero no aquellos que están anclados fuertemente en nuestra experiencia individual, como por ejemplo acontecimientos de nuestra
niñez o juventud, o muy emocionales. En general se mantiene bastante bien.
En términos generales la memoria es imperfecta en todos nosotros, independientemente de la edad. La atribución de esos déficits de memoria en las personas más jóvenes es distinta que en los más mayores:
- Persona mayor: problema estable e interno, porque es mayor.
- Jóvenes y adultos: problema inestable y externo, depende del entorno.
Los déficits que nos podemos encontrar estarán muy relacionados con la complejidad de una tarea determinada, menor velocidad en el procesamiento de la información, menor capacidad de almacenamiento y problemas en la atención.
Los cambios son muy heterogéneos, al igual que en la inteligencia, pero la memoria también se puede entrenar y mejorar, tratando entre otros aspectos la focalización de la atención y el incremento de hábitos conductuales.


MUSICOTERAPIA Y ALZHEIMER.

Este vídeo que se muestra a continuación, es una experiencia que se lleva a cabo en algunos de los centros que trabajan con personas con alzheimer. La música les ayuda en las fases iniciales de la enfermedad a recordar mejor los nombres de sus compañeros y hace que puedan asociar mejor los conceptos.

http://www.youtube.com/watch?v=izn_ct24XSg

UN POCO DE TEORÍA. LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER.




TEORÍA. EL ALZHEIMER.


Demencia de mayor prevalencia en la actualidad, es una enfermedad degenerativa e incurable a nivel cortical, que viene acompañada de alteraciones del comportamiento, como la apatía o la agitación. Los trastornos de conducta y los síntomas neuropsiquiátricos son más comunes en la variante frontotemporal
de la enfermedad, aunque son de alta prevalencia en el resto de variantes tipo EA. Los pacientes que se encuentran en fases más graves son más propensos a presentar alteraciones de la conducta, y una vez que emergen estos síntomas
tienden a estar presentes en las subsiguientes fases (Cummings, 2003).


Criterios diagnósticos provisionales de depresión en la enfermedad de Alzheimer.
Se ha de sospechar que el enfermo está deprimido si presenta, cuando menos, tres de los síntomas que se indican a continuación durante dos o tres semanas consecutivas, si esos síntomas significan un cambio en su estado de ánimo respecto a su modo habitual de sentir antes de enfermar y si se aprecia un humor deprimido o una disminución de afectos positivos o placenteros:
  •  Aparición de tristeza, desesperanza, desánimo o miedo.
  • Pérdida de interés en las relaciones familiares o sociales y por los entretenimientos de antes.
  • Tendencia al aislamiento o retirarse del contacto con los demás.
  • Trastorno del apetito.
  • Alteración del sueño.
  • Agitación o lentitud psicomotora.
  • Irritabilidad.
  • Cansancio o pérdida de energía.
  • Sentimientos de que nada vale la pena, pérdida de toda ilusión o culparse a sí mismo exageradamente.
  • Pensamientos repetidos de muerte, ideas, planes o intentos suicidas.

Entre las alteraciones del estado del ánimo más comunes que se ponen de manifiesto en pacientes con enfermedad de alzheimer, se encuentra la apatía y la depresión. El estado de ánimo deprimido en numerosas ocasiones no es reconocido por el propio paciente y puede ser observado con cierta facilidad, independientemente del grado de deterioro. Esta alteración del estado de ánimo provoca un mayor deterioro de las actividades de la vida cotidiana, aunque no  hay evidencia de que influya en la evolución del deterioro cognitivo (Alberca y López-Pousa, 2002).
Por otro lado, la apatía se ve en más del 50 % de los casos, tanto en la fase leve como en la moderada. Los pacientes que están apáticos se caracterizan por manifestar una clara pérdida de interés para las actividades más cotidianas, falta de motivación con dificultad a la hora de plantearse objetivos, descuidan su aspecto personal, tienen muy poca iniciativa y escasas respuestas emocionales; asimismo, rehuyen el contacto con los demás, incluso con sus propios familiares, y todo esto va acompañado, normalmente, con una escasa expresión facial y una voz muy monótona y sin inflexiones (Martínez Lage, 2003).

Características para el diagnóstico de apatía.

  • Pérdida de motivación que no se puede atribuir al deterioro intelectual.
  • Compromiso emocional, somnolencia y disminución de atención.
  • Esta pérdida de motivación, que resulta un hecho nuevo en la vida del enfermo, se puede apreciar tanto en la falta de productividad como en la de esfuerzo, en la disminución del tiempo que dedica a sus entretenimientos favoritos o a actividades de interés. O le faltan iniciativas o se pasa excesivo tiempo en una misma actividad irrelevante.
  • Pide ayuda para hacer lo más mínimo, pues no se fía de su capacidad.
  • Apenas se divierte con algo.
  • Rehuye a los demás.
  • No tiene interés por aprender nuevas cosas, leer la prensa, escuchar la radio o ver la televisión, ir al cine, etc. No se queja ni de su salud ni de sus limitaciones, pero tampoco da valor al tiempo de ocio o diversión. No tiene curiosidad alguna.

 
La agitación, definida como un estado de inquietud no dirigida a un objeto específico, muestra una prevalencia de hasta un 70 %. Hay diferentes tipos de agitación. De acuerdo con la International Psychogeriatric Association, puede haber, entre otras, las siguientes: vestirse o desvestirse sin motivo, estereotipias repetidas, inquietud general, agarrar objetos o personas, interrumpir conversaciones...



Entre los trastornos psicóticos que van a exhibir los enfermos de Alzheimer encontramos los delirios y las alucinaciones, con una presencia en la población enferma en torno al 45 %. Los delirios son creencias falsas que el paciente va a vivir como reales, y entre los más típicos se encuentran las creencias erróneas de
que alguien les está robando y de que están viviendo en una casa que no es la suya; o delirios de infidelidad, etc.
Estos delirios se hacen más frecuentes en fases más avanzadas de la enfermedad.
En cuanto las alucinaciones, los pacientes con Alzheimer
estímulo externo que lleve a la confusión perceptiva.

Ideas delirantes que pueden aparecer en los enfermos con demencia.



     Denominación                                                            Contenido





Otros de los síntomas neuropsiquiátricos que van a aparecer como consecuencia de la EA, son los trastornos de personalidad, tales como: irritabilidad, comportamientos egocéntricos, infantilismo, desinhibición, ansiedad, hostilidad, etc.

Para concluir con la enfermedad de Alzheimer, no podemos olvidar otra tipología de cambios conductuales que, a pesar de no aparecer muy frecuentemente, son de máxima importancia por la gran carga que suponen para los cuidadores principales. A saber: la manía, euforia, reacciones catastróficas, alteraciones en la conducta sexual, trastornos del sueño y alteraciones en la conducta alimentaria.

 

PSICOESTIMULACIÓN COGNITIVA


LA PSICOESTIMULACIÓN COGNITIVA.


La psicoestimulación cognitiva aplicada a la enfermedad de Alzheimer sería todo aquel conjunto de técnicas y/ o estrategias terapéuticas (ambientales) que pretenden mantener y/ o potenciar aquellas funciones cognitivas alteradas, teniendo en cuenta las variables de personalidad del enfermo y su contexto particular.



La palabra “estímulo” proviene del término latino stimulum, que significa aguijón. El verbo “estimular” también proviene del latín stimulare, que significa picar o punzar.


Estimular significa también excitar vivamente [a alguien] para la ejecución de una cosa o avivar [a alguien] para realizar una actividad, operación o función. En general, podría entenderse como la incitación a obrar.

La PSICOESTIMULACIÓN es todo el conjunto de técnicas que pretenden potenciar el elemento de procesamiento del sistema humano a través de la presentación estructurada
de estímulos adecuados.
Este elemento central del sistema (procesamiento) también es conocido como sistema cognitivo
humano. La cognición es la capacidad de conocimiento humano. El sistema cognitivo está
compuesto por las diferentes funciones mentales cognitivas.
Una clasificación de las funciones mentales muy utilizada es aquella que diferencia entre funciones cognitivas superiores e inferiores. Las funciones cognitivas superiores son la memoria, el pensamiento y el lenguaje. Las funciones cognitivas inferiores son la atención, la percepción y la conciencia.
También existe otra serie de funciones que no son cognitivas: las funciones anímicas o emocionales, que intervienen de manera decisiva en el comportamiento humano. Existe una relación bidireccional y continua entre las funciones cognitivas y las funciones emocionales que hacen de la conducta humana una cuestión todavía más compleja y asombrosa.

Los estímulos que recibe el ser humano pueden ser externos o internos.
Los estímulos externos pueden ser auditivos (timbre), visuales (luz), táctiles (tacto de piel de melocotón), gustativos (sabor a melocotón) y olfatorios (olor a melocotón). Se pueden percibir varios al mismo tiempo.
Los estímulos internos pueden ser los propios pensamientos y recuerdos sobre algún acontecimiento. Por ejemplo, al oír un frenazo pensamos que se ha producido un accidente y llamamos a la policía. Por ejemplo, escuchar una canción nos recuerda a un amigo y esto nos anima a llamarle por teléfono.
La intervención cognitiva abarca todo un conjunto de métodos y estrategias que pretenden optimizar los rendimientos cognitivos y funcionales de los enfermos, con el fin de mejorar su calidad de vida e incrementar su autoestima. Hay que tener en cuenta los principios de flexibilidad y personalización en todo ámbito
de la intervención neuropsicológica.

LA COMUNICACIÓN CON PERSONAS CON ALZHEIMER. FASE 3.

FASE 3.



DETERIORO DEL LENGUAJE.


En esta etapa de la enfermedad, el deterioro cognitivo es grave y prácticamente vamos a reducir la comunicación con el enfermo a la expresión corporal y a los gestos. Éstos ayudarán al enfermo a visualizar lo que queremos decir.

Síntomas de deterioro:
- Imposibilidad de hablar, tan sólo emite gemidos.
- Se denota grave afectación del lenguaje.
- Tenderá al mutismo.
- Aparente desconexión con su entorno.
- No entiende lo que se le quiere decir.

En esta fase, lamentablemente, existe una muy pequeña posibilidad de comunicación por parte del enfermo.

Técnicas para facilitar la comunicación:
- Aunque no nos pueda hablar, sí es capaz todavía de sentir: tendremos que intentar comunicarnos a través de miradas y el contacto físico.
- Generalmente, los enfermos en esta fase pueden, con su comportamiento, advertir que necesitan algo o indicar que algo les ocurre. Por ejemplo, que tienen frío, calor, que tienen sed o que están incómodos lo comunican con nerviosismo e inquietud. Por ello, habrá que estar alerta a estos cambios
repentinos que notemos en el enfermo.
- Ciertos signos como llevarse la mano a la boca o mordérsela pueden significar que tiene hambre; frente al frío, hará gestos como estirarse las mangas del jersey o la tela de la falda, cubriéndose.
- La observación y el conocimiento del enfermo será nuestro aliado para poder entenderle.
- Utilizaremos el lenguaje no verbal para obtener información del paciente y también para que entienda qué le queremos decir.
- Alentar al enfermo a que se comunique de cualquier manera con su entorno. Podemos proporcionarle o darle apuntes visuales, señalando y/ o tocando los objetos de los que se habla.
- En esta fase algunos enfermos entienden mejor a través de la comprensión de gestos.
- Repetir, reformular preguntas o darle información tantas veces como sea necesario.
- Dirigirse a él siempre por su nombre para ayudarle a orientarse y captar su atención.
- Si no puede hablar y su capacidad de comprensión es mínima, podemos ayudarle a que se comunique de esta forma: le hablamos y que nos responda señalando lo que quiere; para esto podemos utilizar imágenes de revistas, periódicos o libros, movimientos con la cabeza para decir «sí» o «no», etc.
- Intentar, si es posible, que el enfermo esté en un ambiente agradable, luminoso, sin ruidos molestos y rodeados de algunos objetos personales, como fotografías. Éstas son estimulantes porque, a través de ellas, se evocan emociones de épocas pasadas, cuando fueron felices.
- Utilizaremos la terapia táctil o el contacto físico para trasmitirle cariño, afecto, seguridad, comprensión y compañía.
- También en esta fase se puede utilizar como técnica la música para relajarle y que intente comunicarse a nivel emocional, ya que ésta dinamiza.

LA COMUNICACIÓN CON LAS PERSONAS CON ALZHEIMER. FASE 2.

FASE 2. DETERIORO DEL LENGUAJE.



Los fallos de comunicación van aumentando a medida que se desarrolla la enfermedad. En esta segunda fase, la moderada, los enfermos van a hacer más patente el empobrecimiento del lenguaje y del vocabulario. Es decir, si en la primera fase (leve) les costaba encontrar la palabra adecuada durante el curso de una conversación, al principio de esta segunda fase van a tener dificultades para encontrar palabras de uso muy corriente o que el enfermo pueda haber empleado con cierta frecuencia a lo
largo de su vida.

Síntomas de deterioro:
- Perseverancia en el lenguaje.
- Acentuación del empobrecimiento expresivo.
- Dificultad de denominación de cosas u objetos de uso cotidiano.
- Producción lingüística en general más deteriorada.
- Utiliza palabras repetitivas para describir algo sencillo (neologismos, parafasias y ecolalias).
- Incoherencia del contenido del lenguaje.

- Alteración del uso de las palabras; es decir, pierden la información semántica de las mismas y usan una misma palabra para diferentes contextos.

Técnicas para facilitar la comunicación:
- Ser paciente y comprensivo: Hacerle saber que se le escucha y que intentamos entenderle, demostrando interés por lo que dice.
- Darle el tiempo que necesite para expresarse: No interrumpirle mientras está haciendo el esfuerzo de hablar. Por el contrario, hay que ayudarle a expresarse, proponiéndole ejemplos y evitando provocarle
una frustración innecesaria.
- Utilizar la imaginación para comprender lo que nos quiere decir: Para ello tenemos que ser sutiles y observadores; nos fijaremos en sus gestos, muecas de dolor o de alegría.
- Hablar en tono bajo al enfermo: Nunca gritándole o en tono elevado, pues el enfermo puede creer que le
estamos regañando.
- Frases breves y muy sencillas: Su capacidad de comprensión está disminuyendo. Cuanto más sencilla sea la frase, más probabilidad habrá de entendimiento, sobre todo si va acompañada de gestos. Cuando queramos que haga algo, le daremos instrucciones paso a paso con frases breves y sencillas.
- Mirarle fijamente a los ojos con una sonrisa u otra muestra de afecto: Si el enfermo es capaz todavía de decir «sí» o «no», hacerle preguntas cerradas y sencillas.
- Es muy importante el lenguaje no verbal: Cuando nos quiera hablar procuraremos cogerle de las manos, le acariciaremos la cabeza de forma cariñosa, sonriéndole... Todos estos gestos demuestran al enfermo que se le está escuchando.




LA COMUNICACIÓN CON LAS PERSONAS CON ALZHEIMER. FASE 1

FASE 1. DETERIORO DEL LENGUAJE.


En este periodo incipiente de la enfermedad, el enfermo se enfrentará, además de a los problemas de memoria que ya se empiezan a presentar, a un leve deterioro de carácter lingüístico.
En esta primera fase de la enfermedad, las principales dificultades del enfermo en cuanto a la comunicación se refiere serán:
- Encontrar la palabra adecuada en el lenguaje espontáneo.
- Falta de iniciativa en el habla.
- Lentitud en sus respuestas.
- Seguir el hilo de una conversación.
- Lenguaje menos conciso.
- Empobrecimiento de la riqueza expresiva.
Esto le va a generar una gran ansiedad porque el enfermo es consciente de ello y, por miedo a sus fallos, dejará paulatinamente de hablar en reuniones familiares o con amigos; es decir, tenderá al aislamiento social.


Técnicas para facilitar la comunicación:
Para evitar el aislamiento referido, y para seguir facilitando en la medida de lo posible la comunicación
con el enfermo, se recomienda lo siguiente:
1.º Incluirlo en la conversación:
El enfermo todavía es capaz de comprender aunque le cueste un poco más que antes, de ahí que la familia o las personas a su cuidado deban tratar de incluirlo en la conversación.

2.º Evitar que se sienta desplazado:
Al tener dificultad para poder seguir el hilo de la conversación, el enfermo va a sentirse desplazado y, poco a poco, irá dejando de hablar. Para evitar este sentimiento es fundamental el entorno familiar.
3.º Hablarle despacito y de forma clara, no complicada:
Es la mejor forma de que nos entienda. El enfermo de Alzheimer tiene una limitación en su capacidad de procesamiento de la información, por lo que se le debe hablar de forma clara y muy despacito, hasta que nos quede claro que ha entendido lo que queremos comunicarle. Si fuera necesario, se lo volveríamos a
explicar.
4.º Evitar rodeos o enredos en las conversaciones con el enfermo:
Simplificar la información. Recordemos que su proceso de atención, así como otras funciones cognitivas superiores, están todavía preservadas pero lentificadas, motivo por el cual necesitan tiempo para pensar, hablar o reaccionar ante cosas o situaciones que tengan que ejecutar.
5.º Mirarle fijamente a los ojos cuando vayamos a hablarle:
De esta forma le haremos saber que queremos comunicarnos con él y comprenderemos si nos ha logrado entender.


MI BLOG

Este blog lo he creado con la intención de que las personas que no conozcan nada sobre el tema del alzheimer puedan aprender a través de todas las aportaciones que realice en el blog. Contaré un poco acerca de la enfermedad, así como historias de personas que sufren esta enfermedad y cómo lo llevan los familiares que conviven con ellos/as. La idea de crear este blog es también para contar mi experiencia realizando programas de estimulación cognitiva con personas con alzheimer. Os iré colgando ejercicios que preparaba en las diferentes sesiones que llevé a cabo en dicho programa y los beneficios de cada uno de ellos. Espero que os guste y os pueda servir en un futuro próximo. Un saludo.

miércoles, 4 de abril de 2012

LA COMUNICACIÓN CON LOS FAMILIARES

TÉCNICAS PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN ENTRE LOS FAMILIARES DE LAS PERSONAS CON ALZHEIMER Y LOS PROFESIONALES.

 1. º Utilizar el lenguaje verbal y no verbal para demostrar que estamos escuchando:
 Es importante hacer ver a la persona que está hablando que le estás entendiendo y escuchando; por lo tanto, tienes que cuidar lo que dices (palabras, frases) y lo que haces (movimientos, miradas, tono de voz), porque así también estamos comunicando. Un truco muy útil es el parafraseo, repetir de vez en cuando algunas de las frases que ha emitido; de esta manera demuestras que lo hemos entendido y escuchado, es decir, que estamos atentos a lo que dice.

2. º Mostrar empatía:
La empatía consiste en ponerse en el lugar del otro; esto implica máxima comprensión. Cuando se consigue, permite al familiar encontrarse mejor, pues se siente comprendido y escuchado. Para lograr empatizar hay que ser como una especie de espejo de la otra persona, sintiendo y lanzando frases que hagan que el familiar perciba que entendemos la situación por la que está pasando. También es importante aceptar la opinión del familiar, aun cuando sea distinta de la nuestra. La empatía tiene como objeto recoger las emociones de la otra persona, recoger las opiniones, objeciones o quejas del otro.

 3. º Reforzar al familiar ante comentarios o actitudes que supongan un cambio positivo:
Se pueden utilizar palabras de felicitación, admiración, reconocimiento cuando notemos algún pequeño cambio de pensamiento o hecho positivo en lo que respecta a su autocuidado.

4. º Aceptar críticas:
Hay una tendencia en el ser humano a relacionar las críticas con daños personales, reaccionando ante ellas sin comprender, sin pararnos a pensar por qué nos critican, transmitiendo malestar, desagrado o poniéndonos a la defensiva. Si el familiar del enfermo que cuidamos nos hace alguna crítica con respecto al cuidado o trato al enfermo, lo primero que tenemos que hacer es escucharle sin interrumpir, mientras evaluamos si lleva razón o no. Si después de escuchar la crítica consideramos que nuestro interlocutor (familiar) no tiene razón, intentaremos hacerle ver que está equivocado y que cambie de opinión. Hay que tener en cuenta que los familiares o cuidadores son los que más conocen al enfermo y eso es lo que hay que hacerles sentir.

 5. º Evitar hacer críticas al familiar, cambiarlas por sugerencias:
Por nuestra parte, como personas a cargo del cuidado y atención del enfermo, debemos evitar en lo posible hacer críticas al familiar. Tendremos en cuenta que son personas afectadas emocionalmente, por lo que su sensibilidad es mayor. Hay familiares que piden consejo o asesoramiento sobre asuntos relacionados con el cuidado de su enfermo y otros que no lo piden; esto dependerá de si han aceptado o no la enfermedad. Es importante tener en cuenta esto antes de hacer comentarios o tratar temas que puedan afectarles.

 6. º Elegir el lugar y el momento adecuados:
Esto se hace con la intención de crear un buen clima. Hay que elegir el momento adecuado y la hora del día en el que el familiar tenga tiempo suficiente para escucharnos y llegar a un entendimiento. Si queremos tratar temas relacionados con el enfermo, evitaremos que éste se encuentre presente. No hay que olvidar que, aunque estén en fase moderada, tienen una sensibilidad especial.

 7. º No interrumpir, esperar:
 En ocasiones no tenemos la suficiente paciencia para esperar a que el otro termine de hablar, e interrumpimos constantemente. Saber esperar muchas veces es el mejor remedio, porque al dejarle hablar estamos permitiendo que se desahogue.

 8. º Escucha activa:
 No solamente es de gran importancia estar atento, sino también controlar el tono de voz (volumen suave) y la postura corporal. Con respecto a las posturas, por ejemplo, tener los brazos cruzados es signo de cansancio o que estás cerrado a la escucha o a llegar a un entendimiento. También son gestos no recomendables tocarnos mucho la cabeza, hacer movimientos con ambos pies o alguno de ellos, etc.

 9. º Saber escuchar o tener la habilidad de escuchar:
 Cuando empezamos a trabajar cuidando a un enfermo, no le conocemos de nada, y, aunque somos profesionales y estamos correctamente formados para realizar nuestro trabajo, esto no servirá de mucho si no existe una buena información y comunicación con el familiar. Recabar toda la información que el familiar nos proporcione del enfermo que vamos a cuidar es fundamental para iniciar una buena comunicación con el paciente. Recordemos que la información relevante es un recurso absolutamente necesario para abordar adecuadamente el trato y cuidado del enfermo, sobre todo si éste tiene grandes dificultades para hablar. Algunas recomendaciones: ¨ Adaptar las pautas a cada familia y sus circunstancias. ¨ Si vemos que el familiar carece de información o no sabe cómo tratar a su enfermo, o siente soledad, podéis sugerirle que acuda a una de las muchas asociaciones de familiares que existen. ¨ Mantener la confidencialidad de la situación familiar (si cuidamos al enfermo en su domicilio). ¨ Hay casos en que el enfermo parece que quiere más al auxiliar o gerontólogo que a su cuidador principal. Para evitar frecuentes situaciones de celos, hablar de esto con el familiar y explicarle que suele ocurrir. ¨ Procurar que vuestra presencia contribuya a crear un buen ambiente.