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domingo, 13 de mayo de 2012

TRASTORNOS COGNITIVOS


 Afectan a la función intelectual, concretándose en dos cuadros: la demencia y el estado confusional.

Demencia.

Definición.

Consiste en un deterioro adquirido y persistente de la función intelectual suficiente para interferir la actividad laboral o social del individuo, que cursa con alteración de la memoria, nivel de conciencia normal y afectación de al menos una de las siguientes áreas: alteración del pensamiento abstracto, alteración del juicio, alteraciones en las funciones corticales superiores (afasia, o alteración del lenguaje, apraxia, o alteración de las tareas constructivas y agnosia, o alteración del reconocimiento de lo percibido por los sentidos) o cambios en la personalidad. Debe existir evidencia o presunción de etiología orgánica.
En la actualidad no se considera como una única enfermedad, sino como un síndrome que puede estar causado por más de cien enfermedades, entre las que podemos destacar: anemias, enfermedades inflamatorias malignas, déficit de minerales (sodio, potasio, cloro), fallo renal, enfermedades tiroideas y paratiroideas, déficit de vitamina B12, déficit de ácido fólico, enfermedades del hígado, accidentes cardiovasculares, hidrocefalias, hematomas subdurales crónicos, etc.
Todas estas enfermedades físicas que causan deterioro cognitivo son las denominadas demencias reversibles o demencias secundarias, que corresponderían a un porcentaje del 5-10 % de todas las demencias existentes, y que unas veces por desconocimiento y otras por falta de interés o medios se pueden confundir con las demencias irreversibles y deben ser tratadas. El progresivo aumento de la expectativa de vida ha dado lugar al incremento del número de ancianos y, consecuentemente, al de las enfermedades con mayor incidencia a esta edad, entre ellas, la demencia, que ya empieza a constituir en los países avanzados el tercer problema de salud más importante después de los accidentes cardiovasculares y el cáncer. Se calcula que en la actualidad el 15 % de los mayores de 65 años y el 40 % de los mayores de 80 padecen algún grado de demencia.

Clasificación.

Básicamente existen demencias primarias y secundarias:

DEMENCIAS PRIMARIAS.
Incluyen las enfermedades neurológicas degenerativas que producen demencia como manifestación clínica. Las principales son:

1. Demencia degenerativa: enfermedad neurológica degenerativa de etiología desconocida. Es la más frecuente, alcanzando el 50 % de los casos de demencia. La mayoría corresponden a la enfermedad de Alzheimer.
2. Demencia vascular: producida por infartos repetidos de la corteza cerebral que producen deterioro progresivo y escalonado. Suponen el 15-10 %.
3. Demencia mixta: es una mezcla de las dos anteriores. Aparece en el 15-20 % de los casos.

Otras enfermedades neurológicas que cursan con demencia son: enfermedad de Parkinson, enfermedad de Pick, corea de Huntington, demencia por cuerpos de Lewy, etc.

DEMENCIAS SECUNDARIAS.
Aunque se las denomina así, en realidad no son demencias, sino enfermedades sistémicas que si no se diagnostican y no se tratan pueden cursar con demencia (como en el hipotiroidismo, déficit de ácido fólico, etc.) o enfermedades neurológicas no degenerativas que también cursan con demencia (tumores, infecciones, hidrocefalia a presión normal, etc.). Son menos frecuentes y en algunos casos son tratables.

Alteraciones cognitivas:

AMNESIA: Alteración de la capacidad de formular, codificar y mantener registros de información necesarios para la adaptación del individuo al medio.
AFASIA: Alteración adquirida del lenguaje debida a una lesión cerebral que afecta a alguna de las áreas que intervienen en esta capacidad.
ALEXIA: Alteración adquirida de la capacidad de leer en un sujeto que  ha dominado previamente la lectura.
AGRAFÍA: Alteración adquirida de la capacidad de escribir en un sujeto que ha dominado previamente la escritura.
APRAXIA: Alteración adquirida de la capacidad de realizar movimientos complejos o coordinados y con finalidad, con preservación de las capacidades motoras de base (la alteración no se debe a temblor, paresia, distonía, etc.) y un pleno conocimiento del acto a realizar (ausencia de trastornos de comportamiento intelectivos generales).
AGNOSIA: Alteración adquirida del reconocimiento de los objetos que no se debe a defectos sensoriales primarios, a deterioro mental difuso, alteración del nivel de conciencia o a la falta de familiaridad previa con el objeto.

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